El impacto de los fenómenos meteorológicos extremos en la infraestructura eléctrica es cada vez más significativo, y la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó la provincia de Valencia en octubre de 2024 dejó daños considerables en la red de distribución de Iberdrola. En respuesta, la compañía ha lanzado el proyecto Il·lumina, una iniciativa ambiciosa que contará con una inversión de 100 millones de euros destinada a reconstruir y modernizar las instalaciones afectadas.
Una red eléctrica más resiliente para el futuro
El proyecto Il·lumina se centra en garantizar que las infraestructuras eléctricas sean más resilientes ante eventos climáticos extremos. Las actuaciones principales incluyen:
- Reconstrucción de infraestructuras clave: se rehabilitará la línea de alta tensión que conecta Catadau y Carlet, así como dos subestaciones que sufrieron daños graves.
- Digitalización de la red: la implementación de sistemas de monitoreo y operación remota permitirá detectar y solucionar problemas de manera más ágil, mejorando la eficiencia operativa.
- Tecnología avanzada en centros de transformación: los equipos se renovarán para soportar condiciones extremas y ofrecer mayor estabilidad en el suministro.
- Soterramiento de líneas eléctricas: en zonas específicas, se enterrarán los cables para protegerlos de fenómenos atmosféricos adversos.
Beneficios para los clientes y el medio ambiente
La modernización de la red no solo permitirá una recuperación rápida del suministro tras eventos extremos, sino que también reducirá las interrupciones y mejorará la calidad del servicio eléctrico. Además, las nuevas instalaciones tendrán un menor impacto ambiental gracias a la tecnología avanzada y materiales sostenibles utilizados en su diseño.
Según Iberdrola, este proyecto reafirma su compromiso con la sostenibilidad y con los clientes afectados por la DANA, proporcionando soluciones a largo plazo que integran innovación y protección ambiental.
Impacto en la comunidad local
Los trabajos de reconstrucción generarán un impacto positivo en las economías locales, creando empleos directos e indirectos en la región. Iberdrola también se ha comprometido a colaborar con las autoridades locales y las comunidades para minimizar las molestias durante la ejecución del proyecto.
